Marisabel Coronado se graduó de la Universidad Estatal de San Diego en el 2017. Al ser estudiante en la universidad, la alumna de psicología ganó un premio por su trabajo en un proyecto de los tratamientos del cáncer disponibles para los residentes del Valle Imperial en California.
El tema es algo importante para Coronado quien es sobreviviente del cáncer. Ella fue diagnosticada con Linfoma de Hodgkin en el 2015, y duró un año y medio bajo tratamiento debido a la enfermedad.
Linfoma de Hodgkin es un cáncer de la sangre que empieza en el sistema linfático.
Siguiendo su diagnosis, Coronado decidió ir a San Felipe en Baja California donde tomó tratamientos alternativos con un chamán.
“Me fui a San Felipe a hacer tratamientos por tres meses”, dijo Coronado. “El tratamiento me funcionó poquito, pero no me quitó el cáncer, y me regresé a los Estados Unidos para la quimioterapia”.
“Yo le tenía mucho miedo a la quimioterapia por mucho de lo que había escuchado”, ella dijo. “Por ejemplo, que el sistema médico nada más quería quitarle dinero a la gente. Estaba mal informada, y en los grupos, me di cuenta que mucha gente estaba mal informada también”.
Coronado dijo que al volver, también sintió que sus doctores no le aclararon los problemas de su enfermedad, y la dejaban con preguntas y miedo conforme su situación. Ella dijo que cuando comenzó a asistir grupos de apoyo de pacientes con cáncer, miró que también otros tenían la misma preocupación.
“Los doctores eran muy secos, y eso deja a los pacientes con dudas sobre lo que dicen los doctores”, dijo Coronado. “Miré un hueco entre cómo se entienden los doctores y los pacientes. Me di cuenta que tenía que darle atención a cómo los pacientes de cáncer se sienten de sus opciones de tratamientos”.
Junto a su mentor, la profesora Linda Abarbanell de SDSU, y a varios estudiantes, Coronado lanzó un proyecto en el año 2016, y el trabajo sigue hoy con otros estudiantes de la universidad.
El trabajo se enfocó en las ideas diferentes y actitudes de pacientes sobre la enfermedad y cómo perciben el tratamiento. Los estudiantes también observaron la parte que la cultura tiene en estas acciones e ideas.
“El proyecto observa a las creencias y costumbres de mexicanos viviendo con cáncer en el Valle Imperial”, dijo Abarbanell. “Estamos interesadas en cómo la cultura de la frontera afecta lo que la gente cree sobre las causas y opciones de tratamientos de cáncer”.
En el 2017, Coronado y su grupo ganó el Premio del Decano en el simposio en SDSU. El simposio es una oportunidad para que los estudiantes presenten su trabajo.
Coronado dijo que fue una sorpresa para ella y una buena experiencia que su trabajo fuera reconocido. Ella también dijo que estuvo sorprendida con el nivel de interés que otros grupos en las conferencias científicas enseñaron en el trabajo del grupo.
“Me sentí muy feliz que gente pudiera entender nuestra lucha”, dijo Coronado. Varias organizaciones ofrecieron apoyo y quisieron participar en la investigación”.
Coronado dijo que quiere que su trabajo traiga cambios para los residentes del Valle Imperial, que la gente sepa que los doctores están para ayudar y que la gente no pierda tiempo en sus tratamientos. Pero, también dijo que quiere que los doctores sepan las dificultades que tienen los pacientes que no hablen inglés o sean de bajos recursos.