La comunidad de San Diego celebró los 15 años del festival anual Enero Zapatista en el Centro Cultural de la Raza con vendimias, música en vivo, bailes e historia sobre el Levantamiento Zapatista.
El 26 de enero fue el último sábado de actividades que los asistentes pudieron disfrutar.
Asimismo, la organización le recordó a la audiencia que aun cuando el movimiento por la libertad ocurrió hace 25 años, ellos siguen luchando y solidarizándose para que la comunidad hispana tenga los mismos derechos.
Durante el evento, se mencionaron los siete principios importantes de los zapatistas.
“Obedecer, no mandar, representar, no suplantar”, gritaba la audiencia con su puño cerrado y la mano arriba.
Los vendedores quienes eran locales se encontraban vendiendo y exponiendo su arte con colores típicos mexicanos donde en su mayoría era hecho a mano.
Diana Cervera, diseñadora de aretes, fue una de las vendedoras de San Diego que asistió al festival. Cervera crea su propia línea de aretes con colores mexicanos. Su trabajo es inspirado en historias de mujeres a las que ella entrevista.
“Tengo dos años haciéndolo y es como un proyecto donde hago entrevistas a las mujeres de la comunidad”, dijo Cervera. “Ellas modelan los aretes, pero también pueden conectar un poco del trabajo que hagan o compartir palabras de inspiración a otras mujeres”.
Además, Cervera dijo antes de vender su mercancía en Enero Zapatista, ella asistía como espectadora cuando era universitaria.
Más que un festival de diversión, el evento era para enseñar a los jóvenes y otras comunidades que el Movimiento Zapatista nunca ha sido de rebeldía, sino para luchar por la equidad y libertad de la sociedad.
Roberto Hernández, profesor de estudios chicana y chicano de SDSU, fue uno de los organizadores de este festival y quien también forma parte de la mesa directiva de la comunidad zapatista.
“Este Enero Zapatista es el décimo quinto año que se hace, yo llevo como seis años involucrado, poco después de que llegué a San Diego”, dijo Hernández. “Me empecé a involucrar con estos proyectos que viene siendo todo una serie de un mes de duración con varios eventos”.
Hernández dijo que trata que sus clases sean relevantes, incorporando la historia del Centro Cultural y que los estudiantes sean voluntarios del mismo centro.
“Tengo una clase de estudios comunitarios y otra de folklore fronterizo que también trato de integrar tanto ellos con proyectos del centro y viceversa”, dijo Hernández. “Cuando hay eventos, los invito de participantes, pero también de voluntarios que contribuyan aquí”.
Entre la multitud, se encontraban estudiantes universitarios, quienes asistieron a la clausura para sentirse conectados a su cultura y otros para conocer más acerca de sus raíces.
“Mis amigos fueron los que me trajeron, quieren que viva más mi cultura mexicana”, dijo Mario Millán, estudiante de la Universidad Estatal de San Marcos. “Me ha gustado todo el trabajo local, se mira que se esfuerzan”.
Christana Flores, estudiante de CSU San Marcos, viajó desde San Marcos para apoyar a los zapatistas.
“El año pasado, tuvimos una exhibición de arte zapatistas, y cuando vi en mi Facebook, quise venir”, dijo Flores. “El arte es lo que me cautiva, y vine a ver esto”.
El festival duró dos horas, al entrar se podía donar $7 o $10 y le daban un boleto para entrar a una rifa con regalos especiales a los ganadores como agradecimiento de apoyo.
Para más información de cómo formar parte del Centro Cultura de la Raza, se puede visitar la página oficial centrodelaraza.org o asistir el primer o segundo miércoles de cada mes a la junta de la mesa directiva.