Cinco, seis, siete, ocho…Más de 70 estudiantes de la Universidad Estatal de San Diego (SDSU) se reunieron el lunes pasado para aprender los pasos básicos de la salsa, gracias a la nueva organización estudiantil “Salsa Club at SDSU”. Todos los lunes en el Gimnasio Peterson habrá clases para bailarines principiantes, de intermedio y avanzados, todas dirigidas por instructores profesionales de la compañía Majesty in Motion.
El presidente del club Jesse Castañeda; el vicepresidente Robert Thoreau; la secretaria Nicole Caires; la tesorera Monica Jimenez; el director de mercadotecnia George Folger; y el profesor de física Mauro Tambasco de SDSU colaboraron para crear la organización.
Castañeda dijo que su idea era crear un lugar en donde estudiantes de SDSU pudieran disfrutar y practicar el baile.
“Vi la oportunidad y dije, ‘lo tengo que intentar’”, dijo Castañeda, quien está en su cuarto año de negocios internacionales en SDSU.
Sin experiencia alguna, Castañeda dijo que este año el descubrió su amor por el baile y decidió darle una oportunidad a su idea.
“El baile es muy divertido. Es una expresión de tu cuerpo, de movimiento… cualquier oportunidad que tengas de comunicarte en un nivel físico es increíble”, Castañeda dijo.
En el club de salsa también hay instructores profesionales. La clase de principiantes es dirigida por el co-director e instructor de Majesty in Motion Patrick Hernández, quien es originalmente de Nueva York y se mudó a San Diego hace cinco años. Fue entonces cuando empezó a bailar salsa y ahora da clases tres veces por semana y dirige dos equipos, uno llamado Majesty in Motion Shines y el otro es Salsa Training Team. Hernández dijo que la salsa significa cultura, actividad, diversión y felicidad.
Hernández también vivió en Colombia por dos años y dijo que cuando empezó a bailar pudo recordar y expresarse con la música de su vida y cultura.
“La letra y la música me llevan a esos momentos de mi infancia, los buenos y los malos”, dijo Hernández.
Al empezar la clase todos los estudiantes estaban formados en líneas horizontales y detrás del instructor, los bailarines principiantes seguían cuidadosamente el ritmo y los movimientos que Hernández les enseñaba. Al mismo tiempo Hernández les hablaba sobre la salsa y sus trucos. Todos juntos daban pasos hacia adelante y atrás, las miradas de los estudiantes cambiaban constantemente entre sus pies y los pies de Hernández.
Después de aprender algunos de los pasos básicos era hora de practicar en pareja. Todos volteaban hacia los lados en busca de una pareja. Ya que la encontraron, entre risas y comentarios, Hernández les explicaba que posiciones tomar y como detener la mano y la cintura de la pareja.
La primera clase de este semestre tuvo una gran participación por estudiantes de SDSU. Estudiante de Entrenamiento Atlético Valeria Abarca bailo al lado de sus compañeros y dijo ser una persona que está dispuesta a aprender cosas nuevas.
No solamente se ha creado un espacio para que estudiantes expresen su interés y amor por la salsa, también es la oportunidad de tomar clases que son accesibles para un estudiante de universidad. Estudiante de Español Nancy Ramirez dijo que tomar clases particulares con otras compañías es caro, llegando a los $100 por membrecias. La membrecía en el club de SDSU costara $10 por semestre.
Salsa Club invita a todos los estudiantes de SDSU a que participen.
“Vi gran potencial hoy … si todo lo que les sale es un giro a la derecha, entonces vamos a practicar ese giro hasta que sean expertos y de ahi ya nos pasamos al giro a la izquierda”, Hernandez dijo.