El 5 de septiembre del 2017, el presidente Donald Trump anunció el fin del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia que ayuda a miles de estudiantes indocumentados en EEUU.
Alrededor de 60 personas, recipientes de DACA y apoyantes, protestaron un año después para demostrar que aún siguen peleando hasta que el Dream Act sea aprobado.
La protesta se llevó a cabo frente al edificio de San Diego y la administración del condado en el parque Waterfront, el mismo lugar donde se protestó la terminación de DACA hace un año.
El evento comenzó a las 6 p.m. con música mexicana e instrumentos que los asistentes tenían.
Varios manifestantes se unieron para seguir luchando por los derechos de los recipientes de DACA.
Desde que Trump terminó el programa, varios estudiantes quienes son recipientes de DACA, organizaciones y el gobierno estatal y local han demandado a Trump por su decisión, sin embargo, no se ha concretado alguna decisión definitiva en base a su situación.
“El 5 de septiembre del 2017 no fue el fin del programa de DACA sino el principio del movimiento guiado por la juventud indocumentada”, dijo exalumno de la Universidad Estatal de San Diego Irving Hernandez de la Torre. “Entonces el día de hoy estamos celebrando nuestra batalla que sigue todo en pie y que no nos hemos rendido”.
Asimismo, Dulce García, una abogada que es recipiente de DACA, dijo que la renovación de DACA no ocurrió por un acto de generosidad de los políticos, sino por los esfuerzos que obtuvieron para la renovación, y esperan ir a la Corte Suprema el próximo año.
“Llevamos un año así con esta incertidumbre y la razón del por qué estamos así es porque están utilizando nuestro estatus de DACA para atacar a nuestras propias familias, atacar a nuestra comunidad”, dijo García. “Y nosotros ya decimos basta, ya estamos hartos de que se nos trate de esta manera”.
Los manifestantes demostraron su apoyo con letreros, cantos, música, incluso, los Dream Riders, una organización de los servicios nacionales Coreanos Americanos viajaron desde Seattle por 36 días montados en sus bicicletas para llegar a San Diego y exigir al Congreso que apruebe un permiso para jóvenes indocumentados.
Durante la protesta, los manifestantes invitaron a los ciudadanos que se encontraban en el recinto a alzar su voz votando, diciendo que las personas que son ciudadanas pueden cambiar al país votando para que no volviera a suceder lo mismo en las elecciones del 2018.
Asimismo, García explicó la razón principal del por qué decidieron realizar la protesta un año después de que DACA fuera terminado, llamando al gobierno de Trump racista por atacar a su comunidad y no ayudar a los soñadores.
“Creo que el Congreso necesita unir fuerzas y finalmente comprometerse con algo que sea útil para todos y que no tenga impacto en otras personas como otros inmigrantes,” dijo estudiante de la Universidad de San Diego y recipiente de DACA, Andrea Tepale. “Si van a tratar con los soñadores, entonces trata con soñadores y con DACA como uno”.
En la protesta, hubo organizaciones de la ciudad, como San Diego Border Dreamers, que dijeron que su meta es obtener un acto limpio donde puedan ser parte de este país legalmente y exigir que un acto limpio no perjudique a la comunidad y familias.
“Conozco el miedo de ser indocumentado, conozco el miedo si debe ser seguro salir afuera de tu casa”, dijo Alex Montoya, quien vino a los EEUU gracias a un programa médico que recibió para obtener sus dos brazos y pierna derecha debido a que nació sin ellos.
“Pude venir a los Estados Unidos para recibir mis prótesis y pude ir a la escuela aquí ya que en mi ciudad natal no podía”, dijo Montoya .
“Sin papeles, sin miedo”, fue el canto que los manifestantes repitieron constantemente frente al edificio de la administración del condado de San Diego.
El evento concluyó alrededor de las 8 p.m. y la manifestación nunca se mobilizó hacia otra parte.