En este regreso a clases cientos de estudiantes usan el transporte público para poder llegar a la universidad o regresar a su casa después de las clases. Esto implica que en algunas ocasiones el transporte se sature de estudiantes y prolonga más la espera para llegar a su destino.
Julio García, estudiante de arquitectura de interiores, lleva cuatro años usando el transporte público para asistir a la Universidad Estatal de San Diego.
“El tiempo que duro para llegar a la universidad depende del autobús y el trolley. Algunas veces llegan a tiempo, pero usualmente no”, dijo García. “Cuando los dos llegan a tiempo, duro como 45 o 50 minutos para llegar a la escuela”.
A su vez, García mencionó que cuando el transporte se tarda en llegar a la estación, él puede durar hasta una hora y 15 minutos para llegar a la escuela y esto le ha traído consecuencias para sus calificaciones.
“Cuando ha pasado esto, pierdo puntos de participación en ciertas clases”, dijo García. “Una vez llegué tarde a un examen y casi no pude completarlo”.
Hay momentos que los universitarios pueden estar esperando muy temprano la parada del autobús. Sin embargo, puede que el transporte esté atrasado, problema que está fuera de las manos de las personas que utilizan este medio.
Ayleen Avendano, quien es estudiante de la carrera de administración de empresas, usa el transporte público para transferirse a la universidad.
“Tardó una hora y 15 o una hora y 20 en transporte público para llegar a la escuela”, dijo Avendano.
Ambos estudiantes creen que el precio del pase para el transporte público es demasiado caro ya que no cuentan con un seguro de extravío. Si se llega a perder el pase o se lo roban no les reembolsan el dinero y tienen que comprar uno nuevo.
“Gasto $150 al semestre porque compró el pase en la escuela que viene con el descuento de estudiante”, dijo Avendano. “Pienso que los estudiantes deben de pagar menos porque muchos gastan dinero en libros, hogar y comida”.
Además, cada semestre SDSU aumenta el precio para el permiso de estacionamiento y el problema no solo es el dinero, sino también el tiempo que se tardan los estudiantes para encontrar estacionamiento.
Michelle Canto, egresada de SDSU, tomó el autobús durante su primer año de universidad. Canto dejaba su vehículo en su casa, debido al alto precio del permiso de estacionamiento para automóviles.
“Decidí agarrar el camión porque era más económico, no gastaba tanto en gasolina y porque el permiso del estacionamiento estaba más caro”, dijo Canto.
Canto tuvo algunos contratiempos el tiempo que se transportaba a la universidad por medio del autobús, sin embargo, eso no fue un impedimento para poder terminar su carrera de desarrollo familiar e infantil.
“Si era un poquito inconveniente porque tardaba más el camión en llegar a la escuela y luego para atrás para mi casa”, dijo Canto.
SDSU vende más permisos de estacionamiento que los espacios que tienen disponible porque la universidad no limita los permisos que se venden cada semestre. Aunque los estudiantes tengan horarios diferentes, se encuentran a veces buscando estacionamiento por más de media hora.
Recuerden que esta es la primera semana del semestre de otoño, si no quieren tomar el transporte público para llegar a la universidad, pueden buscar rutas alternas para llegar a tiempo y tener un buen inicio de clases.