Después de 20 anos como maestra en la Universidad Estatal De San Diego, la Profesora Leilani Grajeda- Higley se retiró de la universidad, dejando de ensenar escritura creativa.
Ahora se dedica a un nuevo propósito: a motivar a jóvenes que aspiran a ingresar a una universidad. La profesora en sus juntas con los estudiantes ella trasmite el mensaje que los jóvenes no terminen en las cárceles y mucho menos que haya sillas vacías en los salones.
Grajeda- Higley menciona que hay menos estudiantes continuando sus estudios y el motivo es porque los descendientes de la colonización colonial durante generaciones mencionaban a sus parientes que iban a terminar como sus ancestros.
“Muchos de nosotros nos dieron el mensaje de que éramos inferiores y ese mensaje es trasmitido a nuevas generaciones”, dijo Grajeda- Higley. “ Yo quiero ayudar a estos jóvenes a que desobedezcan este mensaje y que se realicen, que sepan que son inteligentes”.
La profesora no solo habla con estudiantes que aspiran a continuar con sus estudios, sino también con aquellos jóvenes que están en las cárceles. La profesora daba discursos motivadores a los estudiantes del grupo Movimiento Estudiantil Chicano de Aztlan, y le gusta motivar a los que son maestros o maestras, ya que ellos juegan un papel importante en los estudios de sus estudiantes.
“Quiero ayudar a hacer este mundo mejor”, dijo Grajeda- Higley.
Haci es como la profesora terminaba sus clases: “Hagan de este mundo mejor”.
Esta frase comenzó a decirla hace 20 años porque la profesora había visto que varios alumnos querían estar y asistir en el colegio, y que quieren hacer una diferencia.
“Pensé que si lo decía después de cada clase se les iba a quedar esta frase con ellos y haci fue — pensé como puedo ayudar yo para que estudiantes no se lastimen entre si mismos, ya que una estudiante me había comentado que le habían robado su radio de su carro, todo se acumulo después de realizar como se lastima la gente entre sí mismos.”
Este mensaje se quedo con uno de sus estudiantes, David Álvarez, quien es consejal en San Diego. Álvarez estaba en su clase de escritura y discurso, y un día le comentó a la profesora que él también quería hacer de este mundo un lugar mejor.
“Durante cuatro años había escuchado, ‘Hagan un mundo mejor,’ al final de la clase”, dijo Álvarez. “ Me esfuerzo por hacer eso todos los días con la esperanza de que en el camino, pueda inspirar a otros de la manera que Leilani me inspiro”.
El profesor José Cadena, quien enseña escritura en comunicación, ha conocido a Grajeda- Higley desde que tenía 17 años, y también fue su estudiante. Esa última frase de la profesora motivó al profesor para que siguiera el transcurso de este mensaje a nuevas generaciones.
“Esas palabras son como semillas, y plantan este conocimiento de que nuestras acciones cuentan”, dijo Cadena. “Me dio voz y autoridad a hacer un cambio en el mundo … Yo también lo utilizo en mi clase … Les quiero recordar a mis estudiantes que ellos tienen voz y voto. ‘No se olviden de hacer este mundo un lugar mejor’ es lo que menciono al final de mis clases.”
La facultad de SDSU reconoció a la profesora con la designación del Profesorado Emérito, lo cual sucede cuando un profesor o una profesora que se retira todavía puede hacer uso de su oficina, cuenta de correo electrónico de la universidad y estacionamiento gratis como reconocimiento por su labor a la institución.