Ha pasado más de un mes desde que las escuelas de todo el país cerraron debido a las precauciones ante el Covid-19 y no ha sido difícil ver cómo el mundo se adapta a una nueva realidad. Si bien, practicamos medidas físicas para mitigar la propagación de la pandemia, además debemos de enfocarnos en nuestra salud mental.
Ha habido un número de artículos sobre salud mental desde que las recomendaciones de distanciamiento social y refugio en el lugar fueron implementadas. Si no podemos mantenernos ocupados, podemos encontrarnos flotando en una corriente de pensamientos que tendemos a evitar.
Este proceso nos deja solos con nuestros pensamientos, lo que puede ser terrible para algunos. Aquellos que se sienten incómodos con esta situación pueden encontrarse buscando un sustituto en el cual se pueden concentrar, y si la incomodidad de verdad se siente horrible, es probable que cualquier cosa sirva para esta distracción.
Un estudio de 2014 realizado por psicólogos de Harvard y la Universidad de Virginia, administraron múltiples experimentos en los que pidieron a los participantes que se abstuvieran de otras actividades y solo participaran en sus pensamientos. En uno de los estudios con estudiantes universitarios, más de la mitad dijo que no disfrutaron la experiencia.
Sin embargo, otro experimento en el estudio pidió a los participantes que evalúan una descarga eléctrica y si pagarían dinero para evitarla. En la segunda parte del estudio, los participantes se quedaron solos durante 15 minutos para pensar libremente con la opción de electrocutarse si quisieran.
El resultado mostró que el 67% de los hombres (12 de 18) eligieron electrocutarse a sí mismos en comparación con el 25% de las mujeres (6 de 24) que, antes del proceso, dijeron que pagarían para evitar el descargo eléctrico.
Estas respuestas mostraron que estar solo con nuestros pensamientos puede ser menos agradable que estar interactuando con alguien.
“la mayoría de las personas parecen preferir estar haciendo algo en lugar de nada, incluso si ese algo es negativo”, concluye el estudio.
En lugar de preocuparnos por desviar la compañía de nuestros pensamientos, tal vez es hora de enfocarnos en conocerlos, especialmente aquellos que nos inquietan.
Si eres una de las personas que se siente atrapada en casa, ahora es la oportunidad de practicar la atención plena. Esta atención te ayudará con el enfoque, pero lo más importante, para sentirse cómodos con nuestros pensamientos.
Ruth Baer tiene un doctorado en psicología clínica y anteriormente fue profesora de psicología en la Universidad de Kentucky.
Su interés son en los beneficios de la atención plena.
Escribió un artículo para Psychology Today, donde dijo que la atención plena podría ayudar a las personas a sentirse menos perturbadas por los pensamientos desagradables y la importancia de priorizar sobre las distracciones. Baer dijo que tratar de distraerse de los pensamientos incómodos solo funciona temporalmente y puede requerir que busquemos más distracciones como comer, beber, trabajar o ir de compras.
Asimismo, su artículo señala que cuando las distracciones se desvanecen, los pensamientos no deseados, especialmente los que estábamos tratando de suprimir, terminan resurgiendo.
Los pensamientos no deseados suenan como “nadie te tomará en serio” y “la gente siempre te fallará”, esos pensamientos se pueden sentir como una verdad absoluta en lugar de solo un pensamiento, y ahí es donde la atención plena puede hacer la diferencia.
“Cuando eres consciente de tus pensamientos, te das cuenta de aparecen y desaparecen constantemente, y que puedes elegir si creer o cumplir con ellos”, dijo Baer.
Baer reconoce que la atención plena es una habilidad difícil que requiere un esfuerzo constante.
“La atención plena no los eliminará”, mencionó Baer. “En cambio, nos enseña a estar menos preocupados por nuestros pensamientos desagradables y menos controlados por ellos”.
En una entrevista de NPR, Tara Brach, psicóloga y maestra de atención plena, habló sobre los beneficios y las técnicas para practicar la atención plena.
Brach habló sobre un ejercicio conocido como RAIN, que significa reconocer, permitir, investigar y nutrir. Reconocer es la etapa en la que reconocemos que nuestros pensamientos y sentimientos nos están afectando. Permitir reconoce que esos mismos pensamientos y sentimientos ocurren naturalmente. Investigar significa buscar el significado de lo que está sucediendo en el presente. Nutrir es la etapa en la que cultivamos un espacio para reaccionar ante situaciones con amabilidad en lugar de provocar el sufrimiento.
Según Bart, estos pasos requieren un esfuerzo constante para ser efectivos.
“Lo que practiques se vuelve más fuerte”, dijo Bart. “Si practicas juzgarte a ti mismo todos los días, eso se vuelve más fuerte. Si practicas reconocer, permitir, investigar, nutrir, eso se vuelve más fuerte y también más rápido”.
Mientras la crisis de salud del COVID-19 sigue aumentando, probablemente habrá un conjunto de reformas políticas y económicas que afectarán el futuro de nuestras vidas. Esos eventos externos parecen estar fuera de nuestro control, pero trabajar en nosotros mismos está dentro de nuestra capacidad.
Durante esta pandemia debemos aprender a mejorar nuestros pensamientos, y al final podremos salir de esta situación más fuertes de lo que éramos.
No te enfoques en lo que no podemos controlar, enfócate en tu bienestar emocional y proteger a los tuyos.