Y aquí se termina este capítulo de mi vida…
Estoy agradecida por todo lo que Mundo Azteca me ofreció y por hacerme creer en mí misma. Además de las experiencias, me dio la oportunidad de contar las historias de la comunidad latina.
Gracias a cada uno quien tomó el tiempo de leer mis historias. Realmente toman mucho trabajo y lo hago con tanto orgullo.
Es difícil pasar por la universidad cuando no crees en ti mismo. Como estudiante de primera generación, nunca tuve los recursos o alguien a quien acudir para pedir consejos.
Constantemente, pasaba por esta montaña rusa de emociones; pensé en renunciar cientas de veces pero recordé por qué empecé.
Soy hija de inmigrantes que llegaron a EE.UU. en busca de mejores oportunidades. Me crió una madre soltera que dio todo para que yo estuviera donde estoy ahora. Mi madre fue quien me empujó a ser mejor y fue mi hombro para llorar. Quiero ser como ella algún día, una chingona. Te amo mamá.
Los primeros dos años en la Universidad Estatal de San Diego fueron los más difíciles para mí. No sentía que perteneciera y me sentí fuera de lugar tantas veces. Mi vida cambió cuando me encontré con un folleto que decía la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ).
Recuerdo que pensé: “Encontré a mi gente”. Conocí a los periodistas estudiantiles más trabajadores e increíbles. Doy las gracias a todos los que conocí en esta asociación y especialmente a Jocelyn Moran porque sin ella creyendo en mí, nunca me habría convertido en presidenta de esta increíble asociación. Gracias por creer en mí.
Siempre apreciaré los recuerdos que hice en Mundo Azteca. Recuerdo cuando se publicó mi primera historia y ni siquiera quería escribir para un periódico impreso ¡pero me enamoré de él! Estaba tan emocionada por esa historia que hice para que mi mamá la colgara en la nevera.
Mundo Azecta me ayudó a salir de mi zona de confort para convertirme en una editora. Siempre estuve atrapada entre dos idiomas, inglés y español, siempre dude de mi habilidad como periodista pero recibí apoyo incondicional de Alejandra y Antonio. Gracias a ambos por ser algo más que compañeros de clase y por apoyarme cuando no creía en mí misma. #MoreLatinosinNews
Gracias Dr. Nate, por ayudarme en el viaje de ser presidente en NAHJ, definitivamente no habría sido capaz de hacerlo sin usted.
A mi fan número uno, Edgar Santacruz, gracias por creer en mí, animarme y ayudarme a convertirme en una mejor persona.
Por último, pero no menos importante, gracias papá por ser mi dulce ángel guardián en el cielo. Prometo hacerte sentir orgulloso y asegurarme de que tus luchas valieran la pena.
Cinco años emocionales, estresantes, de bendición y de arduo trabajo.
Finalmente puedo decir que ¡me estoy graduando! Estoy más que orgullosa de decir que soy la primera persona de toda mi familia en graduarse de una universidad.
Esto es más que un diploma, es historia porque cada vez somos más latinos que nos estamos graduando. Vamos por más.
“¡Si se puede!”