La experiencia que yo había planeado para el segundo semestre en el año 2020 fue completamente alterado por causa de los acontecimientos de la pandemia del COVID-19.
Ya hace tres semanas que he regresado a mi casa, y sigo reflejando sobre esta experiencia.
Para el semestre de primavera en 2020, yo había planeado hacer un intercambio a Sao Paulo, Brasil. Iba a enfrentar una vida en otro país aprendiendo un nuevo idioma. Sabía que mi intercambio no iba ser fácil pero la situación se puso difícil cuando llegó la pandemia.
En los primeros dos meses, estaba yendo a una universidad privada en Brasil llamada Fundação Armando Alvares Penteado, y acostumbrandome a la vida en otro país. Estaba viviendo en un hospedaje junto con otros estudiantes brasileños y la hospedera.
Tuve la oportunidad de disfrutar el Carnaval, un día feriado importante para el país de Brasil, e conocí a varios miestudiantes ambos extranjeros y brasileños. Pude participar en algunas organizaciones escolares de la universidad, como la estación de radio y el periodico universitario.
Mientras que estaba acostumbrándome a la vida en Brasil, todo había cambiado al fin del mes de marzo. Me recuerdo el “último” día de clases donde los profesores avisaron a los estudiantes que la universidad iba cerrar y las clases se iban hacer virtuales debido a la pandemia del COVID-19. Nos dieron una semana libre sin instrucción para podernos preparar estudiar a distancia.
La pandemia llegó a Brasil un poco más tarde que aquí en Los Estados Unidos pero sí impactó el país. Estando en São Paulo, la ciudad más grande de Brasil, S, la pandemia afectó a mucha gente en esa ciudad.
En Brasil, cada estado tomó sus propias medidas para combatir la pandemia, parecido a los Estados Unidos.
En el estado de São Paulo, todos estábamos en cuarentena sin poder salir. Todas las tiendas estaban cerradas.Solo los supermercados, las farmacias, y los bancos permanecían abiertos
Yo me quedé cuatro meses en cuarentena en Brasil.
Tenía la opción de regresar más temprano pero quería continuar con mis estudios y acabar con el semestre. Estando cerrado en mi hospedaje sin poder salir afectó bastante mi salud mental.
Primeramente, estaba en otro país, lejos de mi familia y amigos. Aunque se me mantenía seguro, tenía que acostumbrarme a estar en mi hospedaje a gusto. Sin embargo, mantenía contacto con familia y amigos de los Estados Unidos para saber cómo estaban.
En mis clases, fue difícil concentrarme porque no estaba acostumbrado de hacer todo en casa. Aprendí dedicar un tiempo y espacio para el estudio.
A pesar de las dificultades inesperadas que pasé en otro país, estoy agradecido de poder pasar por esa experiencia. Pude mostrarme a mí mismo que soy capaz de superar desafíos que están fuera de mi control.
Noé Sandoval es un estudiante de SDSU estudiando periodismo.