El Centro de Recursos para Estudiantes Latinx, LRC por sus siglas en inglés, tuvo una celebración de inauguración para el mes de herencia hispana, el miércoles, el 15 de septiembre.
La Doctora Norma Elia Cantú pronunció el discurso inaugural.
El LRC distribuyó un volante virtual en su página oficial de Instagram.
“El comité de planificación para el grupo ‘Celebrar Nuestras Raíces’, quien dirige a el mes de herencia Hispana/ Latinx SDSU te invita a acompañarnos a la celebración inaugural y el discurso inaugural”, dijo el anuncio.
Cantú es una autora reconocida, erudita chicana, poeta y profesora de humanidades en la Universidad de Trinidad en San Antonio, Tejas, según el aviso.
Cantú comenzó la presentación con admisiones personales sobre su vida y su familia. Siguió con un reconocimiento sobre la tierra en donde creció en Laredo.
Para Cantù, es importante celebrar las raíces culturales colectivas.
“Los cambios que nuestra comunidad enfrenta son muchos,” dijo Cantú.
Cantú dio una línea cronológica de algunos de estos cambios. Incluyó la conquista azteca en el Valle de México y el crecimiento de la población chicanx/latinx después del 9/11.
Cantú habló sobre la complejidad de las comunidades fronterizas y las protestas que existen en estos lugares.
“Nuestra comunidad las reutiliza como se necesite”, dijo Cantù.
Habló de la música y de la comida mexicana, específicamente las enchiladas y cómo varían regionalmente. Contó dos leyendas sobre el platillo chiles en nogada.
En acorde con lo que dijo Cantú, este platillo se comió el 16 de septiembre (que también se celebra como el día de la Independencia Mexicana). Una de las leyendas habla sobre unas monjas quienes fueron comisionadas para hacer comida para el líder de las tropas (Iturbide). Quisieron honrar los colores de las tropas y estos mismos colores luego se usaron en la bandera.
Cuando hablo de el pan dulce, Cantù dijo que se inspira con las palabras de la mamá de Dr. Tomas Ybarra-Fraustro.
“Cuando pierdes el nombre, pierdes la cultura.”
Cantù terminó su discurso con una frase de apoyo para los que atendieron.
“Importa poco que tu cambies el mundo, lo que importa es que trates y en el tratar tu si cambias el mundo,” dijo Cantù.
La celebración también tuvo una porción de preguntas y respuestas.La celebración completa fue traducida en vivo por dos traductores de la lengua de signos americana.
Una de las panelistas fue Beatrice Zamora, quien es una artista, activista y maestra retirada, además de también ser una autora reconocida por sus libros para niños, dice un artículo publicado por Prism. Sus libros detallan la experiencia de ser un inmigrante Latinx an los Estados Unidos, continúa el artículo.
Durante la presentación, Zamora detallo alguna de las realidades de ser hispano/latinx.
“La gente camina a través de ti y el viento roba tu voz,” Zamora dijo.
Notó la importancia de continuar la tradición oral mexicana para poder vivir en una realidad limbo y además contó historias personales sobre sus experiencias siendo reconocida como gringa en la casa de su esposo, aunque la cultura mexicana corre por sus venas.
El comité de personas reunidas para responder a las preguntas de la audiencia siguieron respondiendo preguntas.
Fabrizio Lacarra Ramirez, es un estudiante de cuarto año en SDSU, estudiando televisión, películas, y nuevos medios de comunicación. Además es un escritor emergente.
Ramirez estuvo de acuerdo con el grupo, en que los estudiantes de SDSU deberían interaccionar con la frontera.
“Es otro mundo pero es un mundo como el nuestro,” dijo Ramirez.
Ramirez comentó que la mejor manera de interactuar con la frontera es planeando un día dedicado a eso. Él apoya que los estudiantes vean lo que está allá afuera esperándolos.
Zamora apuntó a las experiencias de Guillermo Aranda quien fue un estudiante de SDSU e influenció al Parque Chicano con sus murales.
Un artículo publicado por San Diego Union Tribune detalla que al principio, Aranda pensaba que la pintura era algo que se colgaba.Aranda fue influido por Gilberto Ramirez, un muralista de la Ciudad de México, quien fue influenza por otro muralista y así continúa el ciclo.
Gilberto Ramirez había escuchado sobre el activismo de los estudiantes de San Diego, y cómo este movimiento se enfoca en los problemas con ser chicano y mexicano. Ramirez les enseñó a estudiantes como Aranda y se empezaron a formar los murales que hoy día muchos San Dieguinos conocen, en acorde con el artículo.