Con más de 11 mil inmigrantes en los Estados Unidos, no es difícil de encontrar a alguien que todavía tiene raíces en su país de origen.
Algunas de estas personas son estudiantes de San Diego State University que no nacieron en los EE.UU, y todavía tienen familia en otros países.
Muchos de estos todavía se sienten conectados a su cultura.
Un estudio del Pew Research Center encontró que 18 porciento de las personas menores de 18 años, son considerados “primera generación”.
El uso del término “primera generación” se usa para describir a los individuos quienes son los primeros en sus familias de vivir en los EE.UU, desde chicos.
Incluso, ese grupo también puede incluir gente que vive en los EE.UU, pero que no son de otro país. Ellos pudieron haber tenido la oportunidad de nacer y crecer en otros países.
Su relaciones con el país de origen es un poco diferente, pero como son primera generación en esta nación, ellos también quieren mantener las costumbres y tradiciones de su país.
Lorena Saravia, estudiante de San Diego State University, nació en Tijuana, Baja California, aunque tiene varios años viviendo en San Diego, ella todavía se relaciona mucho con su país.
“Lo siento muy mío”, dijo Saravia . “Cuando estoy con la personas con quien crecí, me siento muy cómoda”.
San Diego y Tijuana son ciudades fronterizas de los EE.UU y México donde muchas gente viaja diario para hacer mandados ó a visitar familiares.
Saravia dijo que por esa facilidad fue por cómo ella empezó a viajar a Tijuana.
Ella dijo que por estar estudiando no ha tenido mucho tiempo de visitar y que ha notado un cambio en su cultura.
“Se va desvaneciendo y eso es algo que me he dado cuenta”, dijo Saravia. “La cultura de México es mas cálida entonces estar aquí por tantos años, no me iba dando cuenta que perdí muchas de las cosas que yo les enseñe a mis hijos”.
Saravia dijo que quiere seguir aprendiendo mas de su idioma para mantener la conexión con su cultura.
Eduardo Marian dijo que el esta cómodo con su cultura mexicana.
Desde su niñez, Marian vivió en Tijuana y casi cada fin de semana regresa a visitar.
“Yo hablo mas el español que el ingles y también me encanta mucho la comida”, dijo Marian.
Marian dijo que le gustaría aprender de la cultura prehispánica, los Aztecas, los Mayas y otros grupos indígenas. Para el, todavía hay mas sobre su cultura que quiere explorar.
Otros que viven en los EE.UU, no tienen la ventaja como Saravia y Marian de viajar a su país cada semana.
Naomi Maíz nació en Perú, pero se mudó a San Francisco a los cinco años.
Ella dijo que toma mucho orgullo en su cultura.
“Siempre soy feliz de decir que soy de Perú”, dijo Maíz. “A veces hay gente que ni sabe dónde está el país y me molesta un poco, pero me da la oportunidad de explicarles más”.
Antes de mudarse a SDSU, Maíz pensaba que perdería ciertas costumbres de sus cultura.
“Me da risa porque antes cuando vivía con mis padres, todo se comía con arroz y yo pensaba que ya casi no lo comería cuando me fuera al colegio”, dijo Maíz. “Pero todavía tengo esa costumbre, todavía como arroz todos los días”.
Los EE.UU, como muchos países en el mundo, tiene una diversidad muy grande con gente de todas partes y diferentes culturas.
Muchos de ellos como Saravia y Maíz, tratan de preservar sus cultura para conectarse más al país y para que la siguiente generación reconozcan sus raíces.
Aunque en muchos casos no puedan estar allí físicamente, ellos siempre tendrán a su país en la piel.