¿Cómo me siento ahora que estoy en España en una casa que será mi hogar por los próximos cinco meses?
Actualmente me siento emocionada, pero si me hubieran preguntado esa misma pregunta hace cuatro días, hubiera dicho aterrorizada.
Dos semanas antes de mi viaje estaba emocionada y nerviosa de comenzar esta nueva experiencia en mi vida, pero ya que se acercaba la hora, las cosas cambiaban.
Casi todo el mundo me contó las historias que escucharon o leyeron en el internet acerca de las personas que han sido asaltadas en Europa.
Escuchando de varias personas lo peligroso que Europa puede ser, me dio ansiedad y me causo tener un par de pesadillas.
En vez de estar feliz de ir a España tenía miedo de lo que me podía pasar. Todos me advertían de la posibilidad de que me podrían robar.
Aunque yo sabía que todo el mundo me decía estas cosas porque querían que estuviera segura, esto sólo aumentaba mi paranoia.
Creo que de una manera esas historias y consejos arruinaron la primera parte de mi viaje.
Cuando yo llegue a España estaba tan preocupada de que algo malo pasaría que no tome el tiempo para darme cuenta que estaba en Europa.
Los dos primeros días fueron muy difíciles de ajustar. Volé de Los Ángeles a Londres, luego de Londres a Madrid. Pasé mi primera noche en un Airbnb y me perdí tratando de encontrar el apartamento. Fue horrible.
El taxi me dejó en el edificio equivocado, así que tuve que caminar por las calles de Madrid a las 8 p.m. sin GPS con una maleta grande, una mochila y mi cartera.
Yo estaba tan asustada y convencida de que no iba a encontrar el apartamento, literalmente pensé, “Bien, esto es todo. Tendré que dormir en el suelo”.
Por suerte, encontré a dos mujeres que parecían amables y me guiaron al apartamento después de estar perdida por casi 20 minutos.
Al día siguiente tomé un tren a Zaragoza, la ciudad en la que voy a vivir.
Después de acomodarme, camine alrededor de la ciudad para conocer la zona. Me perdí tratando de regresar a mi apartamento del mercado.
Creo que perderme tantas veces, me enseñó a no siempre tomar el consejo de todos.
Mi familia y amigos en casa me convencieron de que si caminaba sola por la noche seria asaltada, pero esto no es verdad.
Caminé sola varias veces durante el día y por la noche y no me sentí insegura ninguna vez. Sí, era raro no saber a dónde iba, pero no me sentía como que alguien me fuera a robar y si le pedía direcciones a alguien, me las daba.
Después de salir, perderme y conocer a personas de la ciudad yo aprendí que cosas malas pueden suceder, pero hay más probabilidad de que no sucedan si tengo una perspectiva positiva sobre la experiencia.
Por más paranoica que sea, lo más probable es que voy a atraer la negatividad. Después de la realización de que no necesito pensar así todos los días, mi experiencia cambió.
En lugar de dejar mi habitación con miedo de que me asaltaran estaba más abierta y dispuesta a perderme porque entonces podría explorar una nueva parte de la ciudad.
Y explorar la ciudad es lo que he hecho y ahora si estoy enamorada de España.