Un 19 de septiembre de 1985, la Ciudad de México sufrió uno de los acontecimientos más trágicos en su historia. Un terremoto de 8.1 estremeció a la capital y a sus alrededores, dejando una cifra de más de 12 mil fallecidos. A partir de este suceso, los mexicanos recuerdan año con año lo sucedido, haciendo un mega simulacro en todo el país.
Exactamente 32 años después, la historia se repitió con un terremoto de 7.1 grados de intensidad. Sin embargo, la cifra de personas fallecidas es aún incierta puesto que las labores de rescate siguen en curso.
A las 1:41 a.m. del 21 de septiembre, se reportaron 230 personas fallecidas. Cientos de estas personas pertenecen a la Ciudad de México, 69 al estado de Morelos, 43 de Puebla, 13 del Estado de México, cuatro de Guerrero y una persona de Oaxaca. Mientras, un poco más de mil personas se encuentran hospitalizadas, según informó la Coordinación Nacional de Protección Civil.
Monserrat Torres, estudiante de cuarto año de periodismo en San Diego State originaria de Tijuana, compartió su reacción ante el fuerte terremoto.
“Lo primero que hice fue asegurarme de que mi familia que vive en la Ciudad de México se encontrara con bien”, dijo Torres.
Debido al fuerte estremecimiento, se registraron diversos daños materiales que fueron desde caídas de árboles y postes de luz, hasta edificios y casas enteras. Por esta razón, 4.84 millones de personas sufrieron afectaciones en su servicio de energía eléctrica, según la Comisión Federal de Electricidad.
Valentina Casellas, estudiante de psicología en la Universidad Anáhuac de México y residente de la Ciudad de México, compartió su experiencia durante y después del terremoto.
“Tenía miedo de llegar a mi casa y darme cuenta de que no había edificio”, dijo Casellas, quien estaba en su carro en ese momento. “Doy gracias que no fue así”.
Afortunadamente, la respuesta de ayuda de la gente tanto de México como de otros países, no se ha hecho esperar. Muchos civiles se unieron a las tareas de rescate y de distribución de víveres para los damnificados. Se abrieron diversos grupos para ayudar en muchos estados del país en donde están recolectando comida, agua, artículos de higiene personal y sobretodo, medicinas e instrumentos médicos.
“Me impresionaron mucho las muestras de generosidad y apoyo de la gente”, dijo Torres.
Sin embargo, Casellas recalcó que hay todavía muchas zonas rurales que necesitan de apoyo puesto que la atención mayor ha sido para las grandes ciudades como la Ciudad de México. Por ejemplo, el pueblo de Jojutla en el estado de Morelos, donde más de la mitad de la ciudad sufrió daños mayores. Además, muchas personas se quedaron sin familia y muchas de estas personas necesitan también de ayuda psicológica tras haber vivido el trágico evento.
Casellas también compartió una de sus experiencias mientras otorgaba ayuda psicológica a una de las afectadas quien perdió a su bebé tras la tragedia. En el momento del sismo, la señora se encontraba en una habitación diferente a la de su bebé dentro de su casa. Minutos antes del terremoto, la madre lo había cambiado de habitación, sin saber lo que estaba por venir. Desgraciadamente, a causa del terremoto, muchos objetos pesados cayeron sobre el bebé lo cual ocasionó su muerte.
“La señora estaba llore y llore porque decía que era su culpa que su bebé haya fallecido”, dijo Casellas.
Como consecuencia de este fuerte terremoto, el sitio web oficial del gobierno de México ha sido actualizado con información útil sobre qué hacer en caso de que ocurra otro sismo. Además, incluye información sobre cómo hacer una revisión de una vivienda después de un terremoto, esto para determinar si sufrió daños mayores que podrían poner en riesgo a quien la habita.
“Nada más puedo esperar que la solidaridad y hermandad del pueblo mexicano tan característica de los países latinoamericanos logre levantar el país de los escombros”, dijo Franco Ahumada, estudiante de negocios en San Diego State que viene de intercambio desde Chile. “Porque no hay terremoto, tsunami o huracán que sea capaz de destruir la moral, vigor y pasión del pueblo mexicano”.