Los noticieros han utilizado términos como devastación apocalíptica, crisis humanitaria y tragedia americana para describir la devastación que el huracán María dejó en la isla de Puerto Rico y en sus islas vecinas. Tres semanas después y la isla sigue en estado de emergencia como lo declaró el gobernador Ricardo Rosselló.
Después de que Irma golpeó la isla en su ruta hacia Cuba, República Dominicana y la Florida, el huracán María de grado cuatro golpeó la isla justo después y dejó a millones de puertorriqueños incomunicados y sin luz. El 14 de octubre, David Begnaud, reportero de CBS, reportó en su cuenta de Twitter que los servicios de luz han sido restaurados en menos de quince porciento de la isla.
Begnaud reporta diariamente sobre la situación de la isla en su cuenta de Twitter, incluyendo videos, compartiendo noticias y entrevistando a damnificados. En sus tweets más recientes está la historia de Carmelo, un hombre en estado crítico esperando ser evacuado de la isla para continuar con su tratamiento. Hospitales alrededor de la isla se quedaron sin medicamentos para sus pacientes y miles sin combustible para sus autos. Cuarenta y ocho personas han muerto.
Lily Monterrosa, estudiante de ciencias políticas, cursando su tercer año en San Diego State, dijo que los problemas que Puerto Rico enfrenta tienen que ver con las deficiencias en infraestructura que la isla ya padecía lo que hacen de los daños del huracán extra dañinos. “Los daños son tan extremos que es necesario que haya más urgencia que Trump no está realmente reflejando”, Monterrosa dijo.
El huracán ha sido comparado con Katrina, el huracán que arrasó con Nuevo Orleans en 2005. Ambos huracanes devastaron sin piedad a los territorios que cruzaron. Puentes y avenidas principales en la isla de Puerto Rico quedaron en ruinas dejando a varios pueblos al exterior de la ciudad incomunicados con el resto de la isla.
Mientras los líderes demócratas, entre ellos Hillary Clinton, le exigen al presidente Trump que intervenga en la isla, su respuesta ha sido pasiva en comparación con la reacción que el presidente mostró después del desastre que el huracán Harvey ocasionó en Houston y Irma en la Florida.
En varios de los tweets del presidente, su actitud pareció dirigirse a la situación económica de la isla y a reprimir la insistencia de sus dirigentes políticos en vez de hacer frente a la situación crítica humanitaria que los puertorriqueños están enfrentando. El 12 de octubre, Trump dijo que FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias) no puede permanecer “toda la vida” en Puerto Rico y que el gobernador debe de sentirse orgulloso que las muertes no han pasado a miles como ocurrió con Katrina en 2005.
María Martínez, estudiante de cuarto año de SDSU, dice que, por parte del presidente y el gobierno federal, “sería mejor ayudar a los afectados en Puerto Rico porque están sufriendo no sólo perdidas de objetos sino familiares”. El presidente visitó la isla el 3 de octubre, los videos que publicó en su cuenta de Twitter muestran una imagen positiva de los esfuerzos de recuperación trabajando en la isla, lo contrario que los noticieros independientes informan.
La ayuda ha llegado lentamente. De acuerdo con CNN, cinco porciento de la electricidad fue restablecida por FEMA y a más de tres semanas después, treinta y tres porciento de la infraestructura de telecomunicaciones restaurada y cincuenta porciento de los servicios de agua restaurados.
En medio de la crisis, artistas reconocidos como Marc Anthony, Jennifer Lopez y Rihanna, han criticado fuertemente la actitud del presidente y puesto manos a la obra por medio de donativos en sitios webs y alianzas con otras organizaciones con el fin de auxiliar a los damnificados.
El cantante de rap Pitbull, por su parte, prestó su avión para trasladar a los pacientes de cáncer de la isla al estado de Florida para que continúen con sus tratamientos, según el Excélsior. “Me alegra que haya gente buena para ayudarlos”, dijo Breanna Aispuro, estudiante de tercer año de derecho de SDSU.