El martes, varias protestas surgieron en la ciudad de San Diego, debido a la visita del Presidente Donald Trump, quien vino a ver los prototipos del muro.
Es la primera vez que Trump visita California desde que ganó la presidencia.
Una de las protestas tomó lugar al este de la Garita de la Mesa de Otay.
De un extremo de la calle, estaban los manifestantes en contra, y del otro lado, los de a favor de Trump. Una línea de policías parados a la mitad de la calle era lo que dividía ambos grupos.
“Estamos aquí para darle la bienvenida a Trump y demostrarle que California no está en contra de él”, dijo Sherry Stone, una residente del condado de Ventura quien viajó para ver al presidente pasar escoltado por policías hacia la dirección de los prototipos.
Los prototipos del muro están localizados aproximadamente a cuatro millas de donde tomó lugar la manifestación. Gente que fue a protestar y a recibir al presidente no iban a poder verlo de cerca, debido a que las calles estaban cerradas y el acceso a los prototipos es restringido por zona federal.
Trump tenía programado arribar a los prototipos alrededor de las 12 p.m., pero manifestantes en contra y a favor estaban ahí desde horas antes.
Gary Jones, 62, estaba en el lugar de la manifestación desde las 7 a.m., acompañado por su hija, Jacqueline Jones de 16 años.
“Esperábamos poder ver al presidente de cerca y saludarlo, pero no se podrá por la seguridad”, dijo Gary Jones. “Yo no pienso que esté en contra de la inmigración, solo la ilegal”.
Jacqueline Jones dijo que no entendía el por qué la gente no estaba de acuerdo con la propuesta de Trump sobre poner un muro.
“México tiene un muro, y también China”, ella dijo. “No entiendo cuál es el gran problema”.
Alrededor de las nueve de la mañana, la mayoría de los asistentes quienes estaban en el lugar estaban a favor de Trump. Varias calles alrededor de la garita de la Mesa de Otay, fueron cerradas debido a que están cerca de los prototipos del muro. A pesar de que faltaban horas en que llegara, las calles ya estaban llenas de policías.
William Stanhope, residente de Chula Vista, fue de los primeros protestantes en contra de Trump quien arribó al área y estaba del mismo lado que simpatizantes de Trump.
“Creo que Trump es lo peor que le ha pasado al mundo desde Hitler”, dijo Stanhope. “Quiero que sepa que no lo queremos en California”.
Alrededor de las 11 a.m., la mayoría de los manifestantes de ambos lados comenzaron a llegar.
Después de los policías, llegaron alrededor de 50 sheriffs del condado de San Diego, equipados con un casco y macana en mano.
Los sheriffs encerraron al grupo de manifestantes en contra de Trump en un círculo.
Laura Molina, una manifestante en el lado en contra de Trump, dijo que estaba asustada debido a que habían alrededor de 50 alguaciles rodeandolos.
“Es poquito intimidante”, dijo Molina. “Le mandé un mensaje a mi mama para avisarle…que su hija estaba con policías armados”.
Los manifestantes en contra de Trump le demostraron su desprecio a base de insultos y gritos.
Mientras los que estaban ahí para apoyarlo, le aplaudieron y gritaban cantos de apoyo.
El presidente estuvo casi una hora revisando los prototipos, y en ese tiempo, los manifestantes estuvieron argumentando entre ellos.
Aunque la policía estuvo monitoreando en todo momento las acciones de los manifestantes, algunos simpatizantes de Trump ingresaron al área en donde estaban los manifestantes en contra, para argumentar por qué el muro era necesario.
Manny Aguilar, un veterano de los EE.UU. que también es inmigrante de México dijo que él viajó desde Los Ángeles para apoyar a la comunidad mexicana.
“Quiero que Trump vea en plena luz que no puede categorizar a todos los mexicanos”, dijo Aguilar. “Yo he sido un buen embajador representando mi país de México”.
Aguilar tuvo una discusión con un apoyador de Trump, Joshua Swan, quien estaba del lado de los manifestantes en contra.
A pesar de que estaban del mismo lado, ambos grupos solo se llegaron a gritar, pero no tuvieron un encuentro violento. Swan se tuvo que defender constantemente de preguntas por la gente en contra de Trump.
Después de una hora, el presidente fue escoltado del área de los prototipos, y la gente volvió a hacer lo mismo que hizo cuando pasó por la manifestación.
A pesar de que llegaron a estar cara a cara, no hubo un enfrentamiento violento entre manifestantes de ambos lados, solo gritos e insultos.
Otras protestas ocurrieron en San Ysidro, para Trump y en contra.
Nora Rubio, residente de San Diego y seguidora de Trump, asistió una manifestación en San Ysidro.
“(Vine) para apoyar lo que el presidente está tratando de hacer en nuestra comunidad, lo cual es asegurar nuestras fronteras y crear un ambiente más segura para nuestros hijos”, dijo Rubio.