El 6 de marzo, la comunidad de San Diego se unió con Ángeles de la Frontera para apoyar a los inmigrantes centroamericanos y haitianos.
La recolecta se llevó a cabo en Border X Brewing, y todo lo recaudado será donado a los 50 inmigrantes que recientemente llegaron al Templo Embajadores de Jesús en Tijuana, México.
El Templo abrió sus puertas a los inmigrantes para brindarles un lugar donde vivir mientras resuelvan su situación migratoria.
Sin embargo, no hay suficiente recursos para ayudar a los más de 250 personas quienes actualmente se encuentran en el albergue.
La comunidad donó cobijas, toallas, esteras, tiendas de campaña y otras cosas. Al término del evento todo lo adquirido por Ángeles de la Frontera fue llevado inmediatamente a Tijuana.
“Son personas que no tienen nada”, dijo Tanya Benítez, miembra de Ángeles de la Frontera. “Es mucha gente que viene de diferentes países para tratar estar a salvo en un lado”.
El asilo se encuentra ubicado en un área un poco difícil de acceder, lo cual es una razón de la falta de donaciones para los inmigrantes que llegan ahí.
“Tenemos que practicar lo que promovemos, ‘el amor no tiene fronteras’”, dijo Enrique Morones, fundador de Ángeles de la Frontera. “Tenemos que hacer cosas en ese espíritu, sea haitiano, chino o mexicano, son seres humanos, hay que apoyarlos”.
Asimismo, los miembros de Angeles de la Frontera apoya a 9 de los 28 albergues que están en Tijuana, y si reciben más donaciones del presupuesto los donarán a otro albergue que también les ha pedido ayuda.
“Son mucho los albergues y poca ayuda porque el gobierno de México no está ayudando ahorita para nada”, dijo Hugo Castro, miembro de Ángeles de la Frontera y graduado de la Universidad Estatal de San Diego. “No tienen presupuesto para ellos y la mayoría viene de donaciones de EEUU”.
Castro señaló que hay más de 100 centroamericanos, alrededor de unos 20 mexicanos y un poco más de 100 haitianos en el albergue pero que se están concentrando sólo en las personas que recientemente llegaron a la ciudad de Tijuana.
A pesar de que se espera el arribo de más inmigrantes, el Templo de Embajadores de Jesús ya no está aceptando a más grupos debido a que está a su máxima capacidad.
“Nosotros tenemos que apoyarlos para que la gente tan siquiera pueda pasar una noche o cualquier tiempo que necesiten para sentirse bien en un lugar”, dijo Benítez.