El Día de San Valentín se celebra en diferentes maneras en Latinoamérica y el mundo hispano en general. Sin embargo, hay diferentes connotaciones relacionadas con este evento y algunas de ellas son poco feministas.
Hay muchas versiones que relatan como el 14 de febrero se originó. La primera versión habla de cómo un sacerdote casaba a los soldados con sus amores aun cuando el rey había prohibido la práctica, ya que distraía a los soldados.
La otra versión tiene referencia a la obra popular de Shakespeare llamada “Julio César” (Julius Caesar). Al comenzar, esta obra toma lugar durante un antiguo festival romano llamado Lupercalia, el cual se celebraba a mediados de febrero.
Durante el festival se festejaba la fertilidad y como consecuencia de aquello, las mujeres se casaban con hombres por muchas razones, que no siempre tenían que ver con el amor.
En un artículo publicado por Britannica menciona que hasta había un sorteo en donde las mujeres eran rifadas como esposas o regalos.
Finalmente, el Papa Gelasius I remplazó este evento romano con el Día de San Valentín.
Una búsqueda en el internet puede decir esta simple información, pero no te puede explicar la influencia que estas costumbres tienen en el Día del Amor y la Amistad.
En el tiempo moderno, esta festividad marca el único día del año en donde es “obligatorio” ponerle atención a la pareja sentimental.
Las flores se venden a mil por hora, las calles huelen a chocolate, y la persona que espera hasta el último minuto para hacer una reservación, corre el riesgo de quedarse sin planes.
Aunque los roles de sexo y género van cambiando con el paso del tiempo y las personas tratan de no definirse por estas características, sería un error ignorar unas observaciones de cómo el mundo hispano ha interpretado el día del amor.
Todos los regalos que se compran para esta fecha, revelan que el dinero se relaciona directamente con el amor.
Otra expectativa es el sexo, especialmente en el mundo hispano en donde se ha persistido una ideología machista y enfocada en las relaciones sexuales.
Que si tienes sexo, “no eres una niña de casa”, pero si no lo tienes, “entonces tu novio ha perdido su tiempo comprando cosas para el 14 de febrero”.
Estas percepciones crean una presión en las mujeres y los hombres de latinoamérica, que se adhieren a lo que se espera de ellos por la sociedad. Ambos siguen una forma de actuar porque sienten que es lo que deben de hacer.
Pero, en realidad, el Día de los Enamorados es solo un día común y cualquiera en donde se ha decidido ponerle atención a su pareja.
Se celebra porque es bonito tener una fecha especial para dos personas que se quieren.
Las presiones de este día han sido resultado de décadas de antifeminismo y el seguimiento de prácticas machistas, que no ayudan ni a las mujeres ni a los hombres.
No está mal que tengan relaciones sexuales en este día, tampoco está mal que no las tengas. No tienes que gastar dinero, simplemente aprecia a tu pareja y siempre di lo que sientes por él o ella. Si no la tienes, entonces dedicate a quererte a ti mismo.
Si te sientes con pena por cualquier motivo, recuerda que fue un papa quien estableció el 14 de febrero.