Mientras veía desarrollarse el medio tiempo del Super Bowl, enfrenté una ola de emociones conflictivas dentro de mi.
Por un lado, fue maravilloso que dos mujeres latinas encabezaron un espectáculo de ese estilo en Miami, ciudad que tiene una población de latinos significativa y lo compartió con el mundo. Por otro lado, la actuación de Shakira y Jennifer López se apartó del curso de la protesta de Colin Kaepernick junto con la ayuda de Jay-Z y Roc Nation.
Petra Rivera-Rideau, profesora asistente de estudios americanos en Wellesley College, escribió un artículo de opinión en Washington Post que resume algunos de los sentimientos persistentes del medio tiempo.
Un punto esencial que Rivera-Rideau abordó fue cómo las dos artistas pidieron la unidad del país, pero no lograron extenderla a otras comunidades como la afroamericana.
En realidad, los latinos no están suficientemente representadas en Hollywood y otros medios es por eso que cada vez que hay un momento de representación enorme, nuestras comunidades estallan de alegría y validación, lo cual es una razón legítima para emocionarse.
Sin embargo, vale la pena reflexionar sobre lo que envuelve esta celebración en particular. El fracaso de su solidaridad deja margen de mejora entre las celebridades, pero también entre los fanáticos de los famosos y la NFL.
Una forma de hacerlo saber de los impactos de la construcción de coaliciones lideradas por los Pantera Negra o Black Panthers a fines de la década de 1960. Los Pantera Negra ayudaron a organizar e inspirar movimientos latinos como Las Boinas Cafés (The Brown Berets) y The Young Lords, entre grupos minoritarios que se convirtieron en parte de la Coalición del Arco Iris (Rainbow Coalition).
La ayuda de los Pantera Negra revolucionó la forma en que las comunidades organizaron programas de desayuno gratuito para niños, campañas de ropa y otros eventos comunitarios. Sin la ayuda de las comunidades afroamericanas para que las personas latinas y otras minorías, probablemente habría sido una batalla solitaria. Además que ofrecieron sus manos con una visión de un futuro unificado.
Para aquellos que miran hacia atrás en la historia con la creencia de que habrían estado del lado de la defensa y la justicia, su momento no es allí, es ahora. Más específicamente, la forma en que la población latina puede mostrar solidaridad con Kaepernick y su defensa de las comunidades afroamericanas y de color es flexionar su poder económico.
Jay-Z y Roc Nation fueron inteligentes al seleccionar superestrellas latinas y cambiar el enfoque a una demografía que también es cada vez más monitoreada por los anunciantes y las tendencias musicales a nivel mundial.
En un artículo publicado por Forbe el año pasado, Parker Morse escribió sobre las prioridades de la publicidad y la comprensión de los consumidores hispanos.
En el Censo de 2018 se estimó que para el 2060, la población hispana será de 111 millones. Además, el artículo señaló los cambios del mercado hispano de se darían de una manera drástica.
Si los latinos se niegan a apoyar a los artistas de su comunidad que actúan en la NFL o si retiran el apoyo por completo, puede proporcionarles una mayor presión financiera que podría hacer la diferencia. Los latinos deben reconocer que el poder del mercado está en nuestras manos.
Si suficientes hispanos se unen y piden la música de sus artistas favoritos, la NFL podría tener que contratarlos para mantener el apoyo entre los espectadores. Tal vez en lugar de pretender de preocuparse por otros problemas sociales, la NFL podría volver a contratar a Kaepernick, el problema es que han estado tan desesperados tratando de desviarlo.
Kaepernick y su defensa será olvidada si los latinos y otros grupos minoritarios permiten que la representación momentánea se convierta en su único objetivo en lugar de generar solidaridad.
A juzgar por la forma en que las personas que no son latinos respondieron al desempeño, la comunidad hispanohablante necesitan todo el apoyo que pueda obtener.
Sé que es un desafío ir contra la corriente, especialmente cuando hay estrellas que significan mucho para nuestras comunidades. No tiene que ser un camino alentador. Yo diría que ya hay personas que apoyan a Kaepernick, pero será más fuerte la solidaridad con las intersecciones de clases e identidades.