La temporada de invierno ya ha comenzado y las campanas del fin de año suenan. Muchas familias latinas ya han comenzaron los preparativos para los días festivos como la Navidad, el Año Nuevo y el Día de Reyes. Estos preparativos para las fiestas son la preparación de tamales, con ingredientes como maíz blanco, chocolate Nestlé Abuelita, leche condensada, piloncillo y otros ingredientes para los platillos tradicionales. Uno de los postres navideños y de Año Nuevo más comunes en los hogares hispanos son los buñuelos.
En lugar de hacer galletas festivas durante el Año Nuevo, mi madre me enseñaba a hacer buñuelos. Sin embargo, mi hogar era un poco diferente al de otros hogares mexicanos en la forma en que hacíamos los buñuelos. Mi madre hace tres tipos diferentes. La estufa en mi casa no tiene espacio vacío, ya que está ocupada con cacerolas de aceite, jarabe de piloncillo y un plato de vidrio con servilletas listas para absorber el exceso de aceite.
Los tres estilos de buñuelos que se hacen en mi casa son los buñuelos de azúcar con canela, los buñuelos enmielados y los buñuelos quebrados, servidos en un plato hondo con jarabe de piloncillo. Disfruto todos los estilos, pero mi preferido es el buñuelo estilo mexicano, con una mezcla de canela y azúcar espolvoreada sobre todo el buñuelo frito.
Los buñuelos tienen un origen ligado a España. Pueden ser dulces o salados, y muchos países latinoamericanos tienen esta delicadeza. Sin embargo, cada país latinoamericano lo hace de manera diferente.
En México, el buñuelo dulce es muy popular, con varios estilos y diseños diferentes. Cada familia tiene su propia receta, ya que cada estado mexicano tiene diferentes estilos de cocina. En mi casa, se hacen buñuelos enmielados en jarabe de piloncillo. Se fríe una tortilla de harina en aceite y luego se coloca en otro sartén donde se calienta el jarabe de piloncillo, incorporándose al buñuelo.
En la casa de mi tía hacen buñuelos en forma de copo de nieve, conocidos como buñuelos de viento. Primero, se prepara la harina de buñuelo y, aparte, se calienta el molde de diseño. Una vez caliente el molde, se sumerge en la harina y se transfiere al sartén con aceite para que se dore el buñuelo. Cuando el buñuelo toma la forma del molde, se quita el molde para que se fríe el buñuelo parejo. Una vez dorado, se saca y se espolvorea con una mezcla de canela molida y azúcar.
Los buñuelos son una delicadeza culinaria hecha en diferentes formas, rellenos y diseños. No solo varían en cada estado de México y en los hogares, sino que también tienen sus deliciosas variedades en otros países hispanos.
En España, hay buñuelos de viento, pequeñas bolas de masa que se fríen y se espolvorean con una mezcla de azúcar y canela, acompañados de chocolate caliente. Los buñuelos colombianos, en comparación de los españoles, también son de forma de bola y fritos, pero tienen queso en el centro.
Los buñuelos de Puerto Rico son muy similares a los colombianos, pero se consideran más salados. Llevan jamón en la masa y queso en el centro de las bolas de buñuelo.
Uruguay es el país latinoamericano con buñuelos tanto salados como dulces. Algunos se hacen con algas o lechuga, mientras que otros son dulces, con manzana y plátano. Los buñuelos de alga se hacen con una masa de algas cortadas, se fríen y se disfrutan con jugo de limón. En el caso de los buñuelos de manzana, la masa se prepara por separado, luego se sumergen rodajas o pedazos de manzana en la mezcla, se fríen y finalmente se cubren con azúcar en polvo.
No hay una forma única de disfrutar los buñuelos. No son solo un postre o una comida de días festivos, sino una manera de conectar con la cultura y la familia. Es una delicia culinaria que, aunque cada familia tiene su propia receta, es disfrutada por muchos.
Los buñuelos no solo se consideran unas delicadezas de cocina, sino también un símbolo de buena suerte. Así que disfruten de unos ricos buñuelos estas vacaciones de invierno para comenzar el nuevo año con buena suerte.