¿Cachai? Supongo que si no eres chileno no me cachai.
Cuando fui a estudiar en el extranjero, todas las experiencias memorables que tuve durante mi tiempo en Santiago, Chile fueron impresionantes. A través de todo lo bueno y lo malo, pude vivir en una ciudad de siete millones de personas, lo cual puso la globalización en mi perspectiva.
Para me cachai mejor, es posible entender el significado de la palabra al leer la oración varias veces para ver si es posible entender lo que podría significar la palabra ‘cachai’.
El español chileno puede llegar a confundir a cualquier hispanohablante.
Con la falta de pronunciación de la letra ‘s’ en frases como más o menos, convirtiéndose en “mah-o-meno”. Cambiando las reglas gramaticales como no usando vosotros (“tú” plural) y reemplazándolo con ustedes (usualmente “ellos”, ahora “usted” también en plural) y reemplazando tu hablas (“hablas”) con tu hablai.
La palabra cachar proviene del verbo inglés atrapar, pero también lo usan para decir entender, por lo que cachai significa “¿Me entiendes?” o “¿Sabes?”; por ejemplo, ¿cómo estás? se convierte en ¿cómo estai?
Además de batallar para aprender el idioma, analicé el estilo y el ritmo de vida, entre otras cosas.
El estilo de vida en Santiago es rápido en comparación a ciudades en la costa de Chile. Ya que el movimiento en la ciudad está centrado en la competitividad y el ciclo de negocios. Al mismo tiempo, la cultura sigue un ritmo lento, donde es tolerado llegar treinta minutos tarde a una cita.
Al comparar a Santiago con una ciudad en la costa como Valparaíso, se notó drásticamente que tan lento se sentía el ambiente. Estando cerca al mar y con arte por todas las paredes de la ciudad dio un sentido de relajamiento con una vibra más calmada. También se sentía la paz y tranquilidad sin el caos del tráfico. Las ciudades en la costa eran, para muchos, un lugar para visitar e irse a relajar en la playa.
Otra cosa que vi estando en Chile fue protestas dirigidas por estudiantes universitarios.
Al mismo tiempo, como fui a estudiar al extranjero, no se me permitió participar en ninguna demostración porque corría el riesgo de perder mi VISA de estudiante, pero lo que no se dice, no sucedió.
Los estudiantes chilenos estaban marchando para protestar por la legalización de la marihuana medicinal, ya que por el momento es ilegal en el país.
Los estudiantes caminaron juntos desde el centro de la ciudad hasta el edificio de la capital que fueron más de 2 millas. La multitud se podia ver por millas, y escuchar diferentes líneas de tambores mientras caminaban con miles de chilenos.
Otras manifestaciones que ocurrieron fueron el Día del Joven Combatiente en marzo, un día que conmemora la muerte de los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo.
El 29 de marzo de 1985, fueron asesinados por Carabineros y se convirtieron en símbolos de una lucha contra Augusto Pinochet. También, había manifestaciones de protesta frente a la embajada de los EEUU donde se protesto la influencia de los EEUU en otros países como su intervención en Siria. Otras demostraciones que ocurrieron fueron del movimiento feminista en contra del machismo en el sistema académico y la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH) convocaron manifestaciones para protestar contra el proyecto del Estatuto del Trabajo Juvenil, que fue discutido en el Senado.
Por medio de estudiantes, me enteré que iban a protestar contra el machismo en las instituciones académicas y no iban asistir a clases. A esta causa no me uní debido a que ponía en peligro mis estudios y corria el riesgo de no recibir crédito por mis cursos.
Visité la Plaza de Armas para una tarea en la que tuve que entrevistar a los ciudadanos sobre sus problemas diarios para poder descubrir una manera de resolver ese problema utilizando un producto o servicio de negocio.
La clase se trataba sobre la creación de una empresa en América Latina y la comprensión del ecosistema del espíritu empresarial. El curso proporcionó recursos e instrucciones básicas sobre métodos innovadores para poder descubrir soluciones a un problema que no se había abordado anteriormente en el país de Chile.
Tuve la oportunidad de entrevistar a un ingeniero civil retirado que trabajó para la ciudad y creó la ruta del metro para Plaza de Armas. Compartió conmigo su punto de vista del país, y dijo que los jóvenes no obedecen a la autoridad y por eso hay mucha delincuencia.
El dijo que después de la dictadura, la gente mayor quedó traumatizada.
Esto causa el miedo de cómo manejar la desobediencia sin avanzar hacia otra dictadura. Entonces, la autoridad no hace nada a los delincuentes y siguen continuando con la falta de respeto y vandalizando a la ciudad.
Mirando atrás, me doy cuenta de lo liberador que era vivir en Chile. Aunque escuché que el lema de la Universidad Adolfo Ibañez, “La verdad nos liberó” y con una pancarta colgada frente a la escuela que lee “Pensar con libertad”, no es el caso. Los estudiantes advierten a otros estudiantes que tengan cuidado con lo que dicen y publican en las redes sociales porque las autoridades los acusan discretamente.
Incluso al darme cuenta de esto, el país sigue prosperando económicamente y socialmente. Los cambios en la administración de EEUU se están sintiendo y viendo en todo el mundo. Los chilenos observan desde lejos y opinan que vienen tiempos difíciles para los ciudadanos estadounidenses que luego impactarán a los países vecinos como México y al resto de América Latina.